miércoles, 23 de febrero de 2011

Desconfianza

Los que habéis visto mi portatil de cerca, sabéis que la zona de la webcam siempre está tapada con la cosa más cutre que pegue y tenga a mano (malpensados, me refería a post-its, pegatinas...) Resulta que una no muy bella persona me hizo darme cuenta de lo vulnerables que somos a través de nuestro ordenador y de lo necesario que es tener cuidado con algunas cosas. Desde entonces, soy algo obsesiva de tapar siempre la webcam.



Pues bien, hoy he encontrado un objeto que además de parecerme precioso, encuentro totalmente útil y desde luego mil veces más bonito que mis cutrepegatinas. Se trata de una casita diseñada por el arquitecto Ryuji Nakamura. Su intención no era la mía. Él simplemente diseñó un objeto que hiciera más agradables las perspectivas de nuestra imagen para el que nos ve a través de la webcam. Gracias a él, nos vemos instantáneamente metidos en una casita que parece salida de una maqueta de Kazuyo Sejima y que tiene el encanto de los inventos de los arquitectos japoneses, modernos y asépticos, pero totalmente sensibles y agradables.



Os preguntaréis cómo soluciona esto mi problema con la privacidad de la cam: muy fácil, con ponerle unas cortinitas basta :) (Así que a los que tanto os reís de mi cuando véis mis post-it: en poco es mi cumple XD)

En realidad esta idea es sólo una excusa para mostraros un poco de la obra de Ryuji, que me encanta y me parece totalmente sugerente y preciosa. Ryuji es un arquitecto japonés nacido en 1972. Tras trabajar en un estudio durante varios años, finalmente abrió el suyo propio en 2004. Es un poco multidisciplinar: diseña interiores, arquitectura, objetos industriales, muebles, jardines... Un completo artista.



Me gusta mucho su capacidad para jugar con el papel y materiales por lo general poco valorados. Consigue obras muy expresivas y sencillas, y de una gran complejidad de ejecución, con materiales aparentemente sencillos.





Podéis llamarme cursi, pero a mi una de sus obras que me gustan es esta intervención suya en un salón privado de un sitio de bodas. La sencillez con que dota al ambiente con la repetición de un objeto único hecho en metal, la flor de cuatro hojas, me parece perfecta y muy apropiada para el lugar.





En cuanto a algunos de sus muebles, me parece super curiosa su silla de cartón y madera. Tiene un diseño totalmente digno de un mendigo, pero una elegancia digna de muy pocos creadores.



Y ya por soñar...sueño con tener algún día alguna de sus sillas Hechima...sigue siendo mi cumple dentro de poco :P



Que tengáis buen miércoles y resto de semana hasta que actualice de nuevo. Espero que os pique la curiosidad con estas imágenes y os metáis en su web, que merece mucho la pena.

domingo, 20 de febrero de 2011

Fotografía





Me había prometido no actualizar este fin de semana, porque ando bastante liada con la entrega de proyectos del lunes. Pero el caso es que de repente me he cruzado con un fotógrafo cuya obra me ha impresionado muchísimo.


Paradójicamente, no suele gustarme demasiado hablar de arquitectura (en casa del herrero cuchillo de palo??), pero en este caso la arquitectura es totalmente protagonista de estas imágenes, donde los edificios parecen casi seres desangelados que despiertan ternura y sentimientos bonitos en el espectador. Son todo obras de Dinamarca.







El autor de las fotografías es Kim Høltermand, un danés de 33 años que también trabaja como experto en huellas dactilares en la Unidad Criminológica de la Policía Danesa.







Tiene un dominio de las perspectivas más expresivas que me encanta. El color casi único de sus fotografías también las dota de una expresividad que quizá no tendrían si tuvieran el color natural. El silencio que desprenden es casi tangible, una joya.





La conclusión: si algún día hago algún edificio de renombre no dudaré en qué fotógrafo escoger. Es tan naif como complejo, tan sencillo como impresionante y tan minimalista como minucioso.





Espero que las imágenes que he seleccionado (doliéndome dejarme muchas otras en el cajón) os gusten tanto como a mi. Buen fin de semana. (O lo que queda de él). (Poco para todo lo que me queda por hacer).